la música estimula múltiples partes de nuestro cerebro y nuestro cuerpo, pero la percusión es particularmente especial.
La principal ventaja a la hora de abordar el uso de la percusión como actividad, es que es la forma de música más primitiva y la que surge de nosotros de forma más natural e instintiva.
El proceso de aprendizaje musical, y en este caso de la percusión, es muy interesante y completo, dando como resultado un número nada despreciable de beneficios. En dicho proceso, los participantes escuchan los sonidos (aprenden a través de la audición), recuerdan las secuencias y las reproducen en sus instrumentos, lo que ayuda a estimular la atención y la concentración, ejercitar la memoria y desarrollar la psicomotricidad y la coordinación.